Bernardo Cifres Amat
Trompa Solista de l’Orquestra de la Comunitat Valenciana y profesor.
En el Institut encontré, por fin y después de mucho tiempo buscando, alguien que me escuchaba, entendía mi idioma y no le parecía que las cosas que yo le explicaba aran de un desequilibrado o de alguien que no quería ir a trabajar.
Por fin un médico me daba un diagnóstico relacionado con lo que yo sentía y tenía y, además, era capaz de dar una solución a mi problema.
Lo que más me ha ayudado es poder tener un diagnóstico a mi enfermedad. En el centro tienen sus propios aparatos, en muchos casos desarrollados por ellos mismos, y con los que te pueden diagnosticar. Y luego, cuando pasas al departamento de fisioterapia, ya acabas de sentir que vas a salir de allí recuperado. La atención es muy personal y, desde el primer momento, notas que todo el proceso está interrelacionado con el diagnóstico. Las sesiones de trabajo manual son de muy alta calidad, muy difícil de encontrar fuera de la clínica.