Mercè Rius i Noguera

Mercè

Profesora y concertista de castañuelas.

Los que me conocéis sabéis que las castañuelas son mi pasión y no me podía plantear dejar de tocar ni dejar mis alumnos.

Desde el año 2007 sufría un problema en el dedo meñique de la mano derecha. Fui a diferentes médicos e incluso tuve que pasar por una operación quirúrgica. Pero el dedo seguía mal. Me llegaron a proponer tramitar la larga enfermedad, pero yo no lo quería. Los que me conocéis sabéis que las castañuelas son mi pasión y no me podía plantear dejar de tocar ni dejar mis alumnos.

En 2011 un amigo músico me aconsejó que fuera al Institut de Fisiologia i Medicina de l'Art de Terrassa.

Allí me atendió el doctor Jaume Rosset y me diagnosticó distonía del músico (también conocida como distonía focal).

¡Mi problema ya tenía nombre y eso quería decir que había un tratamiento!

La única pequeña pega era que no me podía poner tiempo de curación pero que el proceso podía ser largo. Esto me lo comentaron muy claramente.

En octubre de ese año empecé el tratamiento y este octubre me han dado el alta porque el problema está solucionado. Han sido cuatro años. Durante el proceso, he tenido tres lesiones más por la misma causa, pero no desfallecí y, pese a tener días malos, con la sensación de que no me llegaría a curar, seguí el tratamiento del Institut con muchas esperanzas.

Ahora que me siento curada creo que tengo que agradecer a todo el equipo lo que han hecho por mí. Quiero dar las gracias a Cristina Gómez, Carles Sala, Maialen Pascual y, como no, a Jaume Rosset y, muy especialmente, a Silvia Fàbregas.

Este agradecimiento es tanto a nivel médico, porque me han curado, como personal, ya que la atención que he recibido de todos ellos ha sido fundamental para superar cada momento de desazón. Yo soy una persona tenaz y disciplinada, no ha habido día que no hiciera la recuperación que me tocaba. Pero el hecho de sentirme en tan buenas manos y con tanto apoyo ha sido una delicia.

Yo solo sé y espero que, si he de volver, sea de visita, porque seguro que no dejaré de ir a visitarlos. Pero cualquier pequeña lesión que volviera a tener os aseguro que no iría a otro lugar.