María Piquer
Deportista.
Ahora, 7 años después de aquel día, y 2 años y medio después de comenzar el tratamiento, puedo decir que estoy curada, puedo decir adiós a lo que fue una pesadilla durante mucho tiempo.
Solo tengo palabras de agradecimiento para el Institut de l'Art, concretamente para Jaume Rosset y Cristina Gómez. Por haber sido capaces de dar diagnostico a un “algo” que “no tenía solución” desde 2012. Un problema que cambió mi vida, una distonía focal en la mano derecha que acabó con el clarinete, el bádminton, más deporte y otras muchas cosas. Pasé de hacer vida normal como cualquier otra persona de 15 años, a, de una hora para otra, perder la movilidad. Un fallo con consecuencias físicas y psicológicas que médico tras médico solo conseguían empeorar.
Ahora, 7 años después de aquel día, y 2 años y medio después de comenzar el tratamiento, puedo decir que estoy curada, puedo decir adiós a lo que fue una pesadilla durante mucho tiempo.
Gracias por acertar, por cuidar las palabras y a las personas, por decir la verdad sin medias tintas pero con talento. Gracias por darme el tratamiento que buscaba, por hacerme recuperar una esperanza que ya casi estaba perdida, por hacerme ver que con mucho trabajo, constancia y esfuerzo todo podía volver a funcionar. Gracias por dejarme seguir con mi vida igualmente, por no hacerme abandonar los estudios de CCAFD, por introducir todo el deporte y música posible de nuevo en mi vida, por darme fuerza cuando la historia parecía estancada.
En todo este proceso he aprendido a no rendirme. A buscar hasta encontrar la solución, a trabajar con todas mis fuerzas hasta conseguir el resultado esperado. Gracias por haberme dado la receta para poder volver a ser yo.